Tratado de Versalles (1919-1920)

El Tratado de Versalles (1919) fue un tratado de paz firmado por las potencias europeas, el cual puso fin a la Primera Guerra Mundial, después de seis meses de negociación. Fue firmado el 28 de junio de 1919 en la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles, en la ciudad de Versalles (Francia). Dicho tratado entró en vigor el 10 de enero de 1920, a pesar de que fue firmado como continuación al armisticio de noviembre de 1918, para poner fin a las hostilidades en el campo de batalla.
 
Uno de los principales puntos del Tratado de Versalles, considerado el más importantes y controvertido, determinaba que las Potencias Centrales (Alemania y sus aliados) debían aceptar todas las responsabilidades por haber causado la Gran Guerra (conocida así la Primera Guerra Mundial antes de producirse la Segunda Guerra Mundial). En él se estableció, que Alemania debía indemnizar a los aliados por las pérdidas en la guerra. Por lo tanto, "La Triple Entente", formada por la Tercera República Francesa, Reino Unido y Estados Unidos, implantó una serie de fuertes sanciones, que suponían la pérdida de territorios, cediéndoselos a los vencedores, junto con la pérdida de activos, la desmilitarización, la ocupación de zonas claves de Alemania y reparaciones por los daños causados por la guerra. Aunque con el paso del tiempo, el tratado fue debilitándose, hasta que finalmente fue ampliamente violado en los años treinta con la llegada a Alemania de Adolf Hitler.
 
 
Los términos que fueron impuestos a Alemania a través del tratado, tuvieron como consecuencia la pérdida de una parte de su territorio, junto con todas las colonias en el océano y continente africano, además de una restricción del tamaño de su ejército y el reconocimiento de la independencia de Austria. En Alemania el Tratado de Versalles causó estupor y humillación en la población, además contribuyó a la caída de la República de Weimar en el año 1933 y a la ascensión del Nazismo con Adolf Hitler como líder del III Reich alemán.
 
Finalmente, Alemania liquidó totalmente las reparaciones de guerra el 3 de octubre de 2010, la cual se pudo hacer posible gracias a la reunificación del país.

El Tratado de Versalles estableció una serie de condiciones, como fueron, la creación de la Sociedad de Naciones, también denominada Liga de Naciones, por iniciativa del presidente norteamericano Woodrow Wilson. Dicha sociedad pretendía arbitrar las disputas internacionales, y por medio de ello, evitar futuras guerras. Además, asumía la administración del Sarre por un periodo de quince años y cedió la explotación de las minas de carbón a Francia. Sin embargo, se vetó la entrada de Alemania en la Sociedad de Naciones.
 

Otras cláusulas a destacar del Tratado de Versalles son: los territorios de Alsacia-Lorena, Poznan y Prusia Occidental cedidos por Alemania, Danzing se convierte en ciudad libre, Alemania debía renunciar a sus colonias, se debía producir una desmilitarización de la orilla derecha de Rhin, reduciéndose su ejército a 100.000 hombres, y las numerosas reparaciones e indemnizaciones de la guerra que Alemania debía pagar.
 
El tratado trajo consigo numerosas consecuencias. Las más evidentes fueron el auge del nazismo, junto con la Segunda Guerra Mundial, a través de los cuales pretendían volver a situar a Alemania como una potencia, restituir el Reich y vengarse de "La Triple Entente" por la humillación a la que sometieron a Alemania en el tratado. La población vivía una situación de hambre desde hacía tiempo, debido al bloqueo naval de Reino Unido. Dicha situación empeoró, a causa del pago de las reparaciones y la pérdida de territorios, que dotaban a Alemania de riqueza, provocando que la economía se desplomara, llegando de esta forma la inflación y la devaluación del marcó a límites inauditos.
 
Es por todo ello considerado como uno de los tratados de paz con más repercusiones en la historia mundial.
 
 
 
 

Fuentes:

 
 

 
 

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